A pesar de las demandas de algunos miembros del caucus, la mayoría de los diputados sigue apoyando a Trudeau. Según fuentes, un solo diputado ha solicitado un voto secreto sobre su liderazgo, lo que indica que, aunque hay disidencia, no es unánime. Durante la reunión, se discutió un ultimátum que establece que Trudeau debe decidir su futuro antes del 28 de octubre, o de lo contrario enfrentará "consecuencias no especificadas".
Trudeau, por su parte, ha manifestado que está dispuesto a escuchar las preocupaciones de sus colegas, pero no tiene intención de renunciar a su cargo ni de dejar de liderar la próxima campaña electoral contra el líder conservador Pierre Poilievre. En declaraciones tras la reunión, el primer ministro afirmó que el Partido Liberal es "fuerte y unificado", aunque la pérdida de dos circunscripciones clave en Toronto y Montreal durante elecciones parciales ha intensificado la presión sobre su liderazgo.
Mientras algunos diputados abogan por un cambio en la dirección del partido, otros defienden a Trudeau, argumentando que debe permanecer al frente para enfrentar a Poilievre en la próxima elección. Sin embargo, la situación es tensa, y el tiempo se agota para el primer ministro, quien debe manejar tanto la insatisfacción interna como las encuestas que sugieren un posible fracaso electoral en el futuro.
En este clima de incertidumbre, la decisión de Trudeau sobre su liderazgo será crucial no solo para su futuro político, sino también para la dirección del Partido Liberal en los próximos meses.
Fuentes: Radio-Canada, CBC News y The Canadian Press
Adaptación: RCE Noticias
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