La Primera Ministra de Alberta, Danielle Smith, afirmó que su gobierno está evaluando opciones para fortalecer la seguridad en la frontera con Montana, destacando el modelo de las unidades especializadas de sheriff como una posibilidad.
Esta declaración surge después de una reunión de emergencia entre el Primer Ministro Justin Trudeau y los primeros ministros provinciales, donde se discutieron las amenazas de aranceles del 25% a las importaciones canadienses anunciadas por el presidente electo de EE. UU., Donald Trump. Trump ha condicionado la eliminación de estos aranceles a una reducción en el flujo de migrantes y drogas desde Canadá y México hacia Estados Unidos.
Smith instó al gobierno federal a desarrollar un plan más efectivo para la seguridad fronteriza, pero dejó claro que Alberta está dispuesta a invertir recursos provinciales para abordar el problema:
“No es inusual que el gobierno de Alberta tome interés en este tema a través de nuestros mecanismos de aplicación de la ley, para asegurar que estamos enfrentando los flujos ilegales, ya sean de personas o de drogas a través de la frontera.”
🔎 Posibles soluciones en la frontera
Smith sugirió que Alberta podría crear una patrulla fronteriza especial inspirada en el equipo especializado de captura de fugitivos que actualmente opera en la provincia. Este equipo trabaja en conjunto con los servicios policiales para rastrear y detener a sospechosos peligrosos.
La primera ministra destacó que Alberta tiene responsabilidad sobre la vigilancia del territorio cercano a la frontera y que cualquier esfuerzo debe ser coordinado con las agencias federales, el Servicio de Seguridad Fronteriza de Canadá (CBSA) y las autoridades de Montana.
“Es un esfuerzo conjunto que debemos realizar. Hacemos operaciones conjuntas todo el tiempo.”
🌍 Reacciones y contexto
Este anuncio refleja la creciente preocupación de las provincias canadienses ante los posibles impactos económicos y sociales de las políticas fronterizas de Trump, quien asumirá el cargo en enero.
Mientras tanto, los gobiernos provinciales y federal enfrentan el desafío de equilibrar las demandas de seguridad con la preservación de las relaciones comerciales y diplomáticas entre Canadá y Estados Unidos.
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