Aimee Vasconez era una mujer como cualquier otra en Edmonton, Alberta. Diseñadora gráfica, amante de la danza y con una familia que compartía los mismos valores. Sin embargo, su vida dio un giro inesperado cuando conoció a Ali Abdel Jabar hace 16 años en un bar. Ali, un musulmán convertido, la convenció de cambiar su fe, convirtiéndola al Islam. Juntos se casaron, tuvieron dos hijos y comenzaron una vida aparentemente normal.
Pero las cosas empezaron a cambiar. Según cuenta Lacy McMillan, cuñada de Aimee, la pareja se aisló y se volvió más radicalizada. En 2015, sin previo aviso, la familia se trasladó a Siria, acompañada de otra pareja convertida al Islam, para unirse al grupo terrorista ISIS. "El hombre dijo que tenía que ir con él, como esposa musulmana no podía decir que no", relató Aimee en una entrevista posterior con CNN. Según investigaciones de la RCMP (Real Policía Montada de Canadá), Aimee retiró $50,000 antes de partir, un indicio claro de que planeaba una estancia permanente en Siria.
Durante su tiempo en Siria, Aimee vivió el horror de la guerra y la radicalización. Su esposo Ali fue asignado a una brigada de ISIS, pero fue muerto en combate en 2016. Luego, Aimee se unió a un batallón femenino y fue entrenada en tácticas militares. Durante los siguientes años, vivió bajo condiciones extremas, fue capturada por fuerzas kurdas en 2019 y Tras la caída de ISIS, logró escapar y regresar a Canadá con sus tres hijos, repatriada a Canadá en 2023 tras un largo proceso legal, aunque el daño ya estaba hecho.
Su hijo mayor, de 12 años, sufrió pérdida de audición por las explosiones a las que estuvo expuesto. "No puedo imaginar lo que han vivido allí", compartió McMillan, reflejando el dolor de una familia rota.
A pesar de las pruebas de radicalización, Aimee no enfrentó cargos criminales. Fue liberada bajo una fianza de paz condicional. Aunque sus familiares aseguran que fue víctima de un lavado de cerebro, su reintegración en la sociedad canadiense sigue siendo un desafío.
Aunque ahora es madre soltera y asiste a programas de desradicalización, su regreso ha generado controversia. Pamela Ferguson, su consejera, afirma que Aimee “está comprometida con un futuro en Canadá”, pero familiares cercanos señalan que la mujer que regresó no es la misma que conocieron.
🔍 Un fenómeno preocupante: Alberta ha sido un punto clave en la conexión de canadienses con ISIS. Según estudios, residentes de esta provincia han estado desproporcionadamente representados entre los que se unieron al grupo terrorista.
🌟 Reflexión: La historia de Aimee plantea preguntas difíciles sobre la radicalización y la reintegración de excombatientes a la sociedad canadiense. ¿Cómo garantizar la seguridad pública mientras se ofrece una segunda oportunidad?
Fuentes: Global News, RCMP.
Adaptación para RCE Noticias.
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