La sociedad estatal enfrenta retos históricos en un mercado en transformación.
Postes Canada ha incrementado el precio de sus estampillas en un 25 %, una medida anunciada desde septiembre y que entró en vigor este lunes. Con este ajuste, el precio de una estampilla pasa de $0.99 a $1.24, buscando reflejar el aumento en los costos de entrega postal.
Según un portavoz de la empresa, el precio del timbre canadiense se encontraba entre los más bajos del mundo, lo que hacía necesaria esta medida. Se espera que genere 80 millones de dólares adicionales en 2025, aunque esta cantidad resulta mínima frente a las pérdidas acumuladas de 3 mil millones de dólares desde 2018.
A pesar de su tradicional monopolio en la entrega de cartas, el volumen de correspondencia ha disminuido en un 60 % en los últimos 20 años. Además, competidores como Amazon y otras empresas privadas están erosionando la participación de Postes Canada en el mercado de entrega de paquetes.
Expertos como Sherena Hussain, profesora de la Escuela de Negocios Schulich, consideran que esta subida de precios es una solución de corto plazo que no resolverá los problemas estructurales de la organización. Por su parte, Ian Lee, investigador de la Universidad Carleton, proyecta que el futuro de Postes Canada implicará una estructura más pequeña, posiblemente subsidiada por el gobierno, y enfocada en comunidades rurales desatendidas por las empresas privadas.
Mientras tanto, el desafío para Postes Canada es adaptarse a un mercado en constante cambio sin comprometer su mandato de servicio público.
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